El 84% de las pesquerías mexicanas está al borde de su capacidad o
sobreexplotadas. Iniciativas como Pesca con Futuro, de Comepesca, buscan
cambiar el rumbo promoviendo el consumo responsable y la trazabilidad.
México es un país con más de 11 mil kilómetros de litoral y una zona económica exclusiva en el mar que supera hasta tres veces la superficie terrestre del país.
Esa vastedad se traduce en una biodiversidad marina extraordinaria:
cientos de especies de peces, moluscos y mariscos habitan nuestras
aguas. Sin embargo, de las casi 300 especies aptas para el consumo
humano que se capturan o cultivan en el país, los mexicanos solo
consumimos cinco de forma recurrente: huachinango, robalo, atún, mero y camarón.
Este sesgo en el consumo ha contribuido a una crisis alarmante. Según datos del IMCO, en el año 2000 el 69% de las pesquerías mexicanas estaban al límite; en 2023, la cifra aumentó a 84%.
"No se trata solo de un tema ecológico: cuando un recurso se agota,
colapsa la economía de las comunidades pesqueras que dependen de él",
advierte Luis Bourillón, biólogo marino, miembro y vocero del Consejo Mexicano para la Promoción de Consumo de Pescados y Mariscos (COMEPESCA).
Frente a esta realidad, iniciativas como Pesca con Futuro, impulsada por COMEPESCA, promueven el consumo de especies sostenibles y el reconocimiento de proyectos que cuidan el mar. Actualmente, hay más de 70 pesquerías y cultivos que han logrado certificaciones internacionales y buenas prácticas. El objetivo es claro: construir un mercado que premie a quienes pescan o cultivan con responsabilidad.
Para lograrlo, la organización ha establecido vínculos con chefs y
cocineros de todo el país. “Los chefs tienen un papel clave como
embajadores de la llamada pesca incomprendida: especies deliciosas,
abundantes y sostenibles, que históricamente han sido ignoradas”,
explica Bourillón.
El verdillo: de subvalorado a protagonista
Uno de los casos más emblemáticos es el del verdillo, una especie de cabrilla del Pacífico que, hace apenas unos años, se vendía a menor precio que el plástico reciclado.
Gracias al trabajo conjunto entre productores, cocineros y COMEPESCA,
hoy el verdillo es una opción de primera calidad, con buen precio, y que
aporta variedad al menú sin comprometer la sostenibilidad.
“Hay
pescados que incluso pueden gustarle más a la gente que el huachinango o
el mero. Pero si nadie los cocina, nadie los prueba”, insiste
Bourillón. La estrategia es simple: poner estos productos en manos de
cocineros talentosos, comunicar su origen y propiedades, y permitir que
hablen por sí mismos desde el plato.
¿Salmón o trucha mexicana?
Otro ejemplo de reflexión urgente es el salmón importado,
cuyo consumo en México ha crecido exponencialmente. Proveniente de
Chile o Noruega, el salmón tiene una alta huella de carbono y no genera
valor en la economía nacional. En cambio, la trucha salmonada mexicana —primo cercano del salmón— representa una alternativa más sustentable, accesible y con propiedades nutricionales similares.
Además,
su carne obtiene el característico tono rosado no por métodos
artificiales, sino por la alimentación natural basada en carotenoides.
“Consumir trucha mexicana apoya a los productores locales y es una decisión más responsable con el planeta”, afirma Bourillón.
Saber lo que comemos: trazabilidad y responsabilidad
Un
reto constante es la trazabilidad. En la mayoría de los restaurantes,
si el comensal pregunta de dónde viene el pescado o el marisco que está
por comer, la respuesta suele ser ambigua o inexistente. “Ahí es donde
entran nuestros esfuerzos con los colectivos de chefs y con el personal
de cocina: capacitarlos para que puedan transmitir al comensal el valor
del producto que están sirviendo”, añade.
La
página www.pescaconfuturo.com ofrece fichas técnicas, mapas
interactivos, recetarios y directorios de productores certificados, con
el objetivo de brindar herramientas tanto al consumidor como a los
negocios gastronómicos. “Queremos reducir esa barrera de entrada para
quien nunca ha probado una especie poco conocida, y que la experiencia
sea positiva, educativa y deliciosa”.
El futuro: eventos, educación y combate al contrabando
Entre las prioridades de COMEPESCA están: mejorar
los sistemas de trazabilidad tecnológica, fortalecer la acuacultura
nacional (en especial la de tilapia) y frenar el contrabando de pescado
que afecta tanto al mercado como a las comunidades. Además, en
diciembre de 2025 celebrarán la quinta edición del Summit
Latinoamericano de Pesca y Acuacultura Sostenible, un encuentro clave
para compartir soluciones e innovaciones en el sector.
La solución también está en nuestras manos. Desde elegir trucha en lugar de salmón, hasta preguntar en el restaurante de dónde viene el pescado del menú.
Cada decisión cuenta. El mar mexicano es generoso, pero necesita que lo
tratemos con respeto. Y eso empieza por diversificar lo que comemos,
informarnos y apoyar a quienes sí están haciendo bien las cosas.
Nota cortesía:
Fuente de información:
Miriam Lira (18 de julio de 2025). En México hay 300 especies marinas, pero solo comemos cinco: Comepesca. El Economista. México. Recuperado el 21 de julio de 2025 de: https://www.eleconomista.com.mx/bistronomie/mexico-hay-300-especies-marinas-comemos-cinco-comepesca-20250718-768740.html
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