Investigadores de la Universidad de Kansas calcularon que para pertenecer al grupo de los mejores amigos de una persona, hay que compartir unas 730 horas juntos o aproximadamente un mes. Para entablar una amistad son necesarias unas 80 o 100 horas y para llegar a ser buenos amigos, al menos 200. Sin embargo, no se mencionó en el estudio la cantidad de horas necesarias para coronarse como el mejor amigo.
En una encuesta, más de dos tercios de los adolescentes y jóvenes adultos en Alemania afirmaron haber conocido a todos o a muchos de sus buenos amigos durante la formación escolar y estudiantil o en el trabajo. El deporte, actividades de ocio y círculos sociales también ofrecen oportunidades para forjar amistades.
¿Cómo decidimos con quién entablar amistad?
Un estudio demostró que los estudiantes que se sientan juntos, se convierten con más frecuencia en amigos, pero esto sucede sobre todo "cuando me rodeo de personas similares a mí, que reflejan mis valores o actitudes, me siento bien, como una pequeña recompensa", asegura Anna Schneider, profesora de psicología en la Universidad de Trier.
"Las personas similares comparten la misma sintonía en muchos temas, lo que facilita las conversaciones", confirmó el sicólogo Tobias Altmann, investigador de requisitos previos para la amistad en la Universidad de Duisburg-Essen.
La similitud a nivel genético parece ser otro aspecto relevante. Un estudio con unos 2.000 participantes mostró que los amigos comparten aproximadamente el uno por ciento de sus genes, incluso si no son familiares. Un equipo de investigación israelí descubrió además que el interés amistoso está, al menos al principio, relacionado con la similitud del olor corporal.
¿Son las amistades en línea reales?
Según el sicólogo Altmann las amistades en el espacio digital, sin contactos en la vida real, no funcionarían a largo plazo. Los amigos nos ayudan a desenvolvernos mejor en el mundo y a afrontar los problemas. "Aprendemos a soportar y resolver conflictos sociales, nos conocemos a nosotros mismos a través del contacto con los demás y encontramos nuestro lugar en la sociedad", añadió.
Según Altmann, aunque en línea, las personas se muestran más abiertas, los malentendidos pueden surgir con mayor facilidad en una amistad virtual. Al mismo tiempo, sin embargo, "las amistades en línea son mucho más fácilmente intercambiables que las analógicas".
¿Por qué los chatbots no pueden reemplazar a los amigos?
Las amistades con chatbots son muy problemáticas. Esos modelos de IA están programados para reafirmar constantemente todo lo que hacemos. "Esto refuerza nuestras rarezas y peculiaridades", según la sicóloga Schneider, quien explicó que las personas son más receptivas a los chatbots, porque no tienen miedo a ser juzgadas.
Si nunca recibimos retroalimentación de otras personas sobre nosotros mismos, entonces, según Altmann, "tendemos más rápidamente a ser demasiado radicales con nuestras opiniones, demasiado inflexibles con nuestras ideas y demasiado exigentes con quienes nos rodean".
En cualquier caso, los requisitos para cultivar amistades son los mismos en el mundo digital que en el analógico: "Darnos a conocer, pasar tiempo juntos voluntariamente, interés genuino por la otra persona y, por supuesto, la confianza son muy importantes”.
Ya en 2010, un metanálisis sobre 148 estudios individuales demostró que las personas con muchos contactos sociales viven más. Según el estudio, las buenas amistades fortalecen nuestra salud casi tanto como dejar de fumar. Y, según las investigaciones, son incluso más cruciales para la esperanza de vida que el peso corporal o el ejercicio.
Un estudio de 2022 señaló que las amistades pueden reducir el riesgo de depresión. Y un estudio británico, a largo plazo y con más de 10.000 participantes, descubrió que las personas con muchos contactos sociales también tienen un menor riesgo de demencia. Esta conexión era aún más fuerte cuando las personas tenían contacto con amigos, además de familiares.
"La familia me viene dada, pero elijo activamente a las amistades. Y cuando recibo comentarios positivos, entonces sé que no sólo me quieren por ser hija, madre o hermano, sino por mí misma”, explicó la sicóloga Schneider.
(rmr/el)


