En entidades como el Estado de México, la Cámara de Restaurantes señala que las ventas se disparan hasta en 40% durante septiembre, mientras que en Querétaro se espera un incremento de hasta 70%, con una derrama cercana a los 70 millones de pesos durante el fin de semana patrio. Estos datos muestran cómo los festejos del Grito de Independencia marcan el inicio de una "cuesta hacia arriba" que se extiende hasta diciembre, con fechas clave como el Buen Fin y las celebraciones decembrinas.
La tendencia se enmarca en un sector que mantiene un ritmo de expansión. En 2024 se estimó un crecimiento de 4% en la industria restaurantera, con la apertura de 80,000 nuevos establecimientos y un valor cercano a los 300,000 millones de pesos. Para 2025, las proyecciones apuntan a un avance de entre 3.5% y 4%, impulsado por el turismo gastronómico y la adopción de tecnología. De acuerdo con un informe del sector, 45% de los restaurantes reportaron incremento en ventas en 2024, frente al 32% que presentó caída, una mejora respecto a 2023, cuando una cuarta parte de los negocios aún registraba retrocesos.
El caso de los chiles en nogada refleja también el peso económico de la temporada. En Puebla se prevé la venta de más de 4.5 millones de piezas en 2025, lo que podría traducirse en una derrama de 2,000 millones de pesos, con la participación de 28,000 productores, 600 restaurantes y 600 cocineras tradicionales.
Para el sector restaurantero, septiembre ya no es solo un mes de celebración: es la antesala de su ciclo más productivo del año, donde el ánimo festivo y el gasto de los hogares empujan las cifras de ventas hasta culminar en el cierre de diciembre.