jueves, 13 de noviembre de 2025

El origen de las albóndigas mexicanas, un viaje del mundo árabe al chile pasilla (Receta)

Desde el mundo árabe hasta las cocinas mexicanas, las albóndigas con chile pasilla y huevo duro narran una historia de mestizaje y tradición familiar.

Hay platillos que cuentan historias más allá del sabor, y las albóndigas mexicanas son una de esas herencias que han cruzado fronteras, religiones y generaciones. Nacieron en el mundo árabe, viajaron con los conquistadores a España y, siglos después, se transformaron en México en un guiso lleno de identidad: las albóndigas con chile pasilla y huevo duro.

El término "albóndiga" proviene del árabe al-bunduq, que significa "bola pequeña". Durante la ocupación árabe en la península ibérica, este platillo se popularizó como una preparación humilde, hecha con carne molida y especias. 

Con la llegada de los españoles a América, la receta viajó en los barcos, junto con el trigo, el arroz y las técnicas de guisado. Pero al llegar a las cocinas novohispanas, todo cambió: las monjas y cocineras indígenas sustituyeron las especias del Medio Oriente por los chiles secos y hierbas de olor. Así nació una nueva versión, mestiza y local.

El alma del guiso: el chile pasilla

Si hay un ingrediente que define a las albóndigas mexicanas es el chile pasilla, uno de los chiles secos más nobles y aromáticos de México. Su nombre viene de “pasa”, por su color oscuro y textura arrugada. 

Originario del centro del país, se cultiva en estados como Puebla, Guanajuato y Oaxaca, y se caracteriza por su sabor ligeramente dulce, con notas de cacao y frutos secos. Cuando se tuesta y muele, libera un aroma profundo que convierte a la salsa. En este guiso, el pasilla se licúa con jitomate, ajo y cebolla para formar una base terrosa, sedosa y equilibrada.

El relleno de huevo duro no es un mero capricho, sino un símbolo de abundancia. Esta costumbre tiene raíces conventuales: en los recetarios coloniales del siglo XVIII, el huevo representaba pureza y prosperidad. Incorporarlo al centro de la albóndiga era una forma de elevar un plato sencillo a la categoría de festivo.
 
El Economista

Albóndigas con chile pasilla y huevo duro

Ingredientes:

500 g de carne molida de res (o mezcla de res y cerdo)
½ taza de arroz cocido
1 huevo crudo
2 rebanadas de pan remojado en leche
2 huevos duros cortados en trozos
3 chiles pasilla secos
3 jitomates
½ cebolla
2 dientes de ajo
1 pizca de comino y orégano seco
Sal y pimienta al gusto
Aceite vegetal y agua o caldo de pollo

Preparación:

  1. Hidrata y limpia los chiles pasilla, retirando las semillas y venas. Tuéstalos ligeramente en comal, sin quemarlos, y remójalos en agua caliente.
  2. Licúa los chiles con jitomate, ajo, cebolla, comino, orégano y una taza del agua de remojo. Cuela la mezcla.
  3. Fríe la salsa en un poco de aceite hasta que espese y cambie de color. Agrega sal al gusto.
  4. Mezcla la carne molida con el arroz, el pan remojado, el huevo crudo, sal y pimienta. Forma bolas medianas e introduce un trozo de huevo duro en el centro de cada una.
  5. Sella las albóndigas en una sartén con un poco de aceite para darles firmeza.
  6. Incorpora a la salsa y deja cocinar a fuego bajo por unos 25 minutos. Si es necesario, añade un poco de caldo para ajustar la consistencia.
  7. Se sirven calientes, acompañadas de arroz rojo y tortillas recién hechas.
 
Nota cortesía:
 
Fuente de información:
 
Miriam Lira (12 de noviembre de 2025). El origen de las albóndigas mexicanas, un viaje del mundo árabe al chile pasilla (Receta). El Economista. México. recuperado el 13 de noviembre de 2025 de: https://www.eleconomista.com.mx/bistronomie/origen-albondigas-mexicanas-viaje-mundo-arabe-chile-pasilla-receta-20251112-786226.html
 
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