Los tamales son una herencia viva de Mesoamérica. El término proviene del náhuatl tamalli, que significa “envuelto”. Desde hace más de 5,000 años, el maíz se cocina al vapor dentro de hojas, símbolo de protección y abundancia.
Durante la Colonia, los tamales se transformaron: se sumaron manteca, azúcar y rellenos que hoy definen su inmensa variedad. Pero el tamal de elote conserva la pureza del maíz tierno, ese sabor que reconforta cuando el frío aparece.
En los meses de otoño e invierno, preparar tamales de elote es una forma de traer el sol del campo a la mesa. Su dulzura combina perfecto con una taza de atole o chocolate caliente. Son sencillos, pero cargan siglos de historia y el cariño de quienes los preparan.
Receta de tamales de elote
Procedimiento:
- Deshoja los elotes y reserva las hojas más grandes para envolver los tamales.
- Desgrana los elotes y licúa los granos con la leche, el azúcar, la mantequilla, la sal y el polvo para hornear hasta obtener una mezcla espesa.
- Arma los tamales: coloca dos hojas cruzadas, agrega tres cucharadas de mezcla y envuelve firmemente.
- Cocina al vapor durante 45 minutos o hasta que la masa esté firme y se desprenda fácilmente de la hoja.
- Sirve calientes, con crema, queso fresco o un toque de canela si los prefieres más dulces.